martes, 31 de marzo de 2015

LOS CATLINS Y DUNEDIN


Después de dormir como bebés y no tener que utilizar la tienda, entendimos que Tico y Susi habían abandonado la furgo y dimos por concluida la operación "caza ratones". Todo quedó en una noche muy larga y nos alivió no tener que ponerles trampas, en el fondo eran graciosos. Nos fuimos del tirón hasta Invercargill, la ciudad más grande en la zona más al sur, donde paramos porque había unas duchas que costaban 1$. Como tenía la ducha controlada y asegurada, me animé a salir a correr un rato por el parque de la ciudad, que menudo parque! Tenia hasta un campo de golf!


Después desayunamos en el coche y nos fuimos a por nuestra ducha. Una maravilla y una señora muy maja y todo por 1$ por cabeza. En Nueva Zelanda hay una disparidad de precios en cuanto a duchas se refiere, cuanto menos inquietante.

Setas molonas que te encuentras runeando por el parque (cualquier excusa para parar es buena)
La verdad es que la zona de los Catlins bien podría haber merecido dos de nuestros días en vez de uno, porque no tuvimos tiempo de ver todo lo que queríamos y hay bastantes cosillas, algunas de ellas que pueden verse sólo con marea baja, algo a tener en cuenta al planificar las visitas.

Entre el primer tirón de carretera, el running, el desayuno y la ducha, ya era más de media mañana cuando arrancamos. Se nos echó un poco el día encima, y además iba todo el rato lloviznando.


Aún así pudimos echar un vistazo a algunos de los atractivos de Los Catlins ese día.

Paramos primero en la bahía Porpoise, una playa donde pudimos ver montones de delfines de Héctor muy cerca de la orilla jugando y saltando. Parece ser que incluso se puede uno meter en el agua con muchas posibilidades de que los curiosos animales se acerquen a jugar con él. Pero no era muy buen día para hacerlo, el mar estaba picado y preferimos no hacer el tonto.
Creemos que era la misma raza de delfines que vimos en la zona de las Pancake Rocks, porque son muy chiquitillos y se aprecia más oscura la aleta dorsal que el resto del cuerpo.

Las zonas interiores de las carreteras ofrecen estos paisajes
Luego paramos en  Curio Bay para ver un bosque fosilizado a pie de mar, que tendría 160 millones de edad. Si bien para nosotras no resultó ser algo muy espectacular, que sí curioso, nos sirvió para poder ver en exclusiva dos pingüinos de ojos amarillos saliendo de sus nidos para tomar el aire!! Ahí estuvimos un rato viéndolos abrir sus alitas y relajarse.

El siguiente punto a visitar fue Slope Point, el lugar más al sur de la isla sur. Que ni es el lugar más al sur de Nueva Zelanda, ya que existe la isla Stewart, ni vale gran cosa la visita. Pero allí estuvimos, tragando polvo en la pista kilométrica que lleva hasta el lugar. Paseamos por unos campos de lechugas y llegamos al acantilado donde había un panel viejuno y un mini faro. Ya aprovechamos para comer por allí antes de seguir avanzando por la espectacular carretera que recorre los Catlins.


Típicos árboles de la zona azotados por el viento


Después de tomar un capuccino y comprar unas postales en un camping, otro corto desvío nos llevó a las Mc Lean falls, que pensábamos que iban a ser algo decepcionantes y nos sorprendieren muy gratamente! El paseo de media hora hasta las cascadas ya vale por sí solo la pena, por uno de esos bosques en que parece que vayas a cruzarte en cualquier momento con un velociraptor. Y la cascada es muy bonita y nos dio mucho juego para estar por allí trasteando y trepando por todos lados.




Hay más cascadas para visitar fácilmente en Los Catlins, pero nosotras ese día ya no teníamos mucho más tiempo porque se nos empezaba a escapar el sol y nos quedaban algunos kilómetros para llegar al lugar donde queríamos dormir.

Una parada final en la población de Papatowai fue para ver este pintoresco bar que, aunque estaba cerrado en ese momento, ofrece entretenimiento para rato con sus mil cachivaches e inventos. Poco después llegamos a Owaka, donde cenaríamos de lujo y dormiriamos en la parte trasera de una casa



Cena memorable en un pueblo de cuatro casas
A la mañana siguiente fuimos directas a Nugget Point, y como era prontito estuvimos prácticamente solas recorriendo el caminito hasta el faro (este sí que era muy guay) y viendo a las decenas y centenas de focas que había por allí. Un señor americano muy majete nos prestó sus prismáticos para verlas más de cerca.


Esas rocas erosionadas dispersas ahí delante son los llamados "nuggets"

Como he dicho antes, además de todos los atractivos que presenta y se pueden ir visitando, sólo recorrer las carreteras de esta zona del sur de NZ ya es un espectáculo que merece ser disfrutado.

Tautuku Bay

Después de la visita mañanera y el desayuno nos fuimos a Dunedin, por donde estuvimos un par de días, y la verdad es que esta ciudad sí nos gustó bastante. Llegamos con expectativas, ya que sabíamos que la ciudad fue nido de escoceses durante los años de la colonización y eso prometía al menos una arquitectura distinta a la que habíamos venido viendo: edificios de un solo piso con porches tipo lejano oeste.




Y así fue, la sensación era ligeramente más europea. Ayudaron la catedral que se alza en el mismísimo centro de la ciudad, o la bonita estación de ferrocarril.
El ser una ciudad universitaria también la convierte en un lugar perfecto para la vida social, pues no faltan cafés, bares de birras y garitos de moda por todas partes.


Uno de los muchos grafittis que se esconden en muchos rincones de la ciudad
Otago University

En Dunedin, ciudad repleta por doquier de restaurantes nipones, visitamos el centro de arte, el Otago Museum (gratuito y con exposiciones de lo más interesantes), la Universidad de Otago, el jardín botánico (me gustan mucho los jardines, vale?) y nos pateamos la ciudad varias veces.



La primera noche en Dunedin la pasamos durmiendo en la calle principal de la ciudad, pasando olímpicamente de pagar por dormir o de irnos al culo del mundo para tener que volver a la mañana siguiente gastando así un montón de gasolina en tonto.
En Nueva Zelanda están muy estrictos con el tema del free camping y si te enganchan durmiendo donde no debes te multan con 200$. 
Esta situación propició dos cosas: Una es que Eli no pegó ojo en toda la noche sufriendo porque nos pudieran pillar. yo dormí como un bebé, porque en mitad de la ciudad y con un coche tan poco llamativo (lo tiene todo kiski) no íbamos a llamar la atención.
La otra es que para no dar el cante nos levantamos muy pronto y nos fuimos a una piscina que queda en una zona apartada de la ciudad, junto a una playa, a darnos una ducha. Por cierto que la piscina era una maravilla, de agua salada, al aire libre a un metro del mar y calentita. Después de la ducha, pudimos disfrutar de este amanecer mientras nos comíamos un sandwich de salmón. No hay mal que por bien no venga!



En la biblioteca de la ciudad (benditas bibliotecas en Nueva Zelanda) fue donde aprovechamos para finiquitar las gestiones de relocation que teníamos pendientes, porque en un par de días debíamos llegar a Christchurch y entregar la Hueva. Y finalmente conseguimos un coche normal que debíamos llevar de Christchurch a Auckland en 5 días. Pues nada, a dormir en la tienda los últimos días, no problem!


PD: Hoy no os vais a quejar de fotos, no?

3 comentarios :

  1. La Hueva? Así bautizasteis al coche? Vaya...Cdo has dicho q dormisteis en la calle, os he imaginado como unas homeless...Ai, que atrevidas, al seguir leyendo lo he entendido :),
    Sé que ahora no estáis en NZ, pq si no, os pido q me traigáis un pingüino!! Q.bonitosss, aunque de los ojos amarillos no sé qué pensar. Tienen los pingüinos.los ojos amarillos, o están en plan nipones radioactivos?
    Y las setas?!! Ese parque parece barrufetiland! una buena tortilla... O una buena indigestión, q a mi si me quitas del fredolics ya no sé más.
    Besos!!
    PD: no me quejo de fotos, me parece el número adecuado.

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  2. Qué trauma tienes con el precio de las duchas, podrías hacer una comparativa, cuando acabéis. Sería muy útil para futuros peripleros. Maravillosamente bonita la foto de después de la comilona. Muy chulo todo, aunque el agua de la cascada...¿no es amarilla?

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  3. MIra que hacer pipi en las cascadas...ahora se ve el agua amarilla! No tengo queja del número de fotos y la entrada me parece súper completa y chula! Pero ya estáis fisicamente en otro continente!!! Quiero más entradas!!!

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