sábado, 28 de marzo de 2015

NOCHE EN VELA, MAÑANA EN BARCO

Cuando llegamos a Queenstown, bajo la lluvia para variar, nos pareció muy bonito. Así de entrada, calles adoquinadas, edificios de piedra y porches de madera nos parecieron bien. Un pueblo bonito, por fin!!!
Tiene un centro muy pequeño que te recorres entero en una hora, y cuando ya le habíamos dado un par de vueltas nos pareció que Queenstown no era un lugar bonito en sí, si no que era más bien una especie de decorado.


Haciendo el canelillo ahora que no hay nadie en la calle
En realidad todos los negocios abiertos eran tiendas de material de montaña (ni que decir tiene que aunque sea una enferma de este tipo de establecimientos, los precios altamente prohibitivos no me permitían disfrutar de las visitas, así que ya pasaba hasta de mirar), restaurantes de todo tipo de comida internacional, y tiendas de souvenirs.
El día que pasamos en Queenstown fue sosegado, porque la lluvia duró horas hasta que finalmente salió el sol, así que lo dedicamos a desayunar muy bien, pasear mucho y tirar de biblioteca. Y como comida/merienda/cena nos pasamos a hacer una visita a la famosísima hamburguesería Fergburg, conocida en todo el país como la mejor de Nueva Zelanda, y después de una larga cola dimos buena cuenta de dos hamburguesas tre-men-das en tamaño y en sabor!!
La mía, particularmente, que debía ser una hamburguesa de no se qué de cerdo, de hamburguesa no tenía nada sino que llevaba unos trozacos enormes de cerdo directamente metidos dentro. 


 

Reposando la comida, que no es tarea sencilla

Queenstown no fue nada más para nosotras. Se trata de la capital de las actividades adrenalíticas de Nueva Zelanda, aquí es donde la gente barrina ideas cada vez más descaballedas del tipo puenting, "bola de hámster gigante para tirarte montaña pabajo", o "siéntate tan tranquilo en esta silla y te pego una patada y te mando en caída libre a dos cientos metros de altura y haciendo un péndulo imposible con triple tirabuzón y te hago un vídeo con la GoPro en low motion mientras vomitas", pero no nos interesaban tales entretenimientos. Simplemente reservamos plaza para nuestro crucerillo por Milford Sound y nos pateamos el centro hasta que salió el sol, poco antes de ponerse. Dormimos en un campsite idílico a pies de un lago y con una instalación de picnic genial donde pudimos hacernos un desayuno al más puro estilo americano la mañana siguiente mientras, cómo no, llovía.

Desayuna como una reina, era el dicho?
Llegar a Te Anau (para darnos la ducha más cara de todo el mes, 8$ por 8 minutos) y posteriormente al campsite dónde íbamos a hacer noche para poder estar más cerca del fiordo Milford Sound, nos llevó un día. También aprovechamos para hacer la colada.

Sobrellevando las horas de colada

Habíamos contratado la excursión en barco más barata con la compañía más barata, y nos tocaba zarpar del puerto de Milford Sound a las 09:10. Pero entre Te Anau y  Milford Sound no hay más que una carretera de unos 120 km. en la que no hay nada ni nadie, exceptuando unos pocos campsites del DOC. Así que escogimos el más cercano al fiordo de los que cuestan 6$ por cabeza (los había más cerca pero más caros, a 15$ p/p).
Llegamos al campsite con tiempo suficiente de hacer la cena todavía con luz y de que Eli se mojara un montón para ir al quinto pino a pagar los 12$ y que luego encima viera el NON FLUSH TOILET, o como los llama ella, váter de agujero infinito, que le dan un asco supino. Total, ya la teníamos de mala leche. Menos mal que la suculenta cena que la menda, con mucha dedicación y empeño había sacado de la lata y calentado en el cazo, le suavizó el carácter.
Nos quedamos fritas después de un par de capítulos de Walking Dead, pero el sueñecito no duró mucho. Sobre las 02:00 me desperté sin saber porqué y Eli estaba despierta. Me dijo que había oído ruidos fuera. Escuchamos atentas. Correcto, ruidos fuera.
- Un jabalí?
- No creo... Poco ruido para tanto bicho.
- Un possum de esos?
- Sí, podría ser... Algo parecido, qué sé yo. Una mofeta, un hurón, algo así...
Lo oíamos trajinar. Hacíamos ruido y se callaba, pero volvía a menearse por allí al momento.
Me harté y salí con el frontal, así aprovecharía para ir al lavabo. Nada de nada, ni bicho, ni ruidos, ni nada.
Ale!! A dormir!
Ni cinco minutos habían pasado cuando volvimos a oír ruidos... Pero esta vez más intensos, más cercanos, más... Dentro!!??
Sí... Oíamos algo merodear por la alfombra del copiloto, y luego por las bolsas sobre el asiento del copiloto! Me cago en todo!
Sigilosamente salí por el lateral, armada con una toalla y en un movimiento rápido abrí la puerta del copiloto viendo al instante algo tipo "bolita gris" sobre las bolsas que automáticamente salió disparado del coche tras la técnica de arrastre con toalla. Supusimos que era un ratón...
Orgullosa y contenta y sin creerme que hubiera sido tan fácil, entré de nuevo y nos pusimos a dormir. Había que madrugar!!


Vale, la foto no se corresponde, pero ilustra correctamente mi emoción del momento
Pues mierda para mí. Porque al momento volvimos a escuchar mogollón de ruido en la zona de cables y en la alfombra y en las bolsas... Y al mirar hacia el asiento pudimos ver perfectamente dibujada la silueta orejuda de un ratón paseando por el cabezal. Empezamos a moverlo todo, a perseguir al bicho por la furgo según notábamos por los ruidos que se iba moviendo. En un momento de la cacería, el jodido mamón huyó de mi por el cableado tras la guantera y de repente se asomó por el agujero de los intermitentes a mirarme. Me estaba desmoralizando.
Guardamos todas las bolsas que contuvieran comida en el arcón bajo el banco, sobre el cual se monta la cama. Era donde teníamos la despensa y pensábamos que estaba totalmente cerrado. Pues no.... Porque de repente, empezamos a escuchar al amigo Tico roer algo justo bajo nuestra cama.
Abrimos despacio el arcón y allí estaba el maldito comiéndose unos noodles de pollo!!!! Cuando se sintió observado salió corriendo por un agujerito de unos 4cm de diámetro que había en el lateral del arcón.
Aha... Trazamos un plan perfecto para darle caza definitivamente: yo aguantaría la tapa del arcón levantada y la tenue luz del frontal mientras Eli sujetaba una toalla que le tiraría encima cuando no se lo esperara y así lo mandaríamos a la puta de nuestro domicilio y dormiríamos al fin!
Bien, pues... Esperamos pacientemente y al rato, apareció Tico. Sacó su bigote por el agujero, miró a un lado y a otro (pero no miró hacia arriba...) y cuando lo vio seguro entró. Esperamos que fuera hacia los noodles que tenía a medias para que estuviera más lejos del agujero por si intentaba escapar, y entonces... En ese dramático momento, vimos aparecer otros bigotitos por el agujero!!! No puede ser!!! Hay dos!! Noooooooooooo!!!!!
Nos quedamos tan flasheadas, que Susi tuvo tiempo de avisar a Tico de que algo le olía a chamusquina y los dos se largaron del agujero sin que nosotras dijéramos ni mú.
Aceptamos la derrota. Tapamos el agujero para que no pudieran acceder a la despensa y al menos de puro aburrimiento se fueran, y nos echamos.
Yo me dormí un rato antes de que sonara el despertador, Eli no durmió nada. Tico y Susi habían estado de juerga flamenca hasta las 07:00, cuando nos levantamos.
Por el camino intentamos relativizar la situación y decidimos que esa noche montaríamos la tienda de campaña donde durmiéramos, de manera que si aún andaban por la furgo no nos iban a dejar en vela otra vez. Y si era así, al dia siguiente compraríamos trampas. Nos quedaban aún 5 días con el coche y necesitábamos descansar tranquilas, sin visitas.
Y con el tema "solucionado" nos fuimos al puerto, nos hicimos un bocata de jamón/mortadela y nos tomamos un café antes de zarpar.

Todo el barco nos mira ¬¬'

El crucero por el fiordo duró una hora y media  y llegaba hasta el límite, donde se junta con el mar de Tasmania. Si uno ha estado en Noruega se diría que este es el primo lejano del hermano pequeño de cualquier fiordo noruego, la verdad. Pero aún con eso hay que decir que es muy bonito y que disfrutamos de sus altas paredes, de preciosas cascadas y de colonias de focas. Valió la pena, fue muy chulo! Y nos olvidamos por un buen rato de la mala noche que habíamos pasado.



Donde  Milford Sound se entrega al Mar de Tasmania
Un dato curioso es que el Capitán Cook pasó hasta dos veces navegando frente a Milford Sound sin llegar a descubrirlo, ya que contrariamente a lo que puede parecer en la foto de arriba, tal y como están dispuestas las paredes montañosas, es imposible ver la entrada al fiordo desde el mar si uno no se acerca muchísimo.

Una vez terminado el tour, volvimos al coche y deshicimos la carretera hasta Te Anau, haciendo un par de paradas por el camino para ver alguna cosa típicamente "escénica" de Nueva Zelanda.

Mirror Lakes
Nuestro postureo escénico


Cuando llegamos al dormitorio a pie de playa y gratuito, cansadas de tanto conducir, montamos la tienda como habíamos planeado y nos tomamos un té. Nos dimos un laaaargo paseo por los campos de la zona y volvimos andando por la playa infinita y desierta. 
 

Aunque esta vez, para nuestra sorpresa, junto al campsite había un grupo de unos 15-20 kiwis, con hogueras, carne y múscia a todo trapo (en sus pick ups del año de la quicarra, que habían metido en la arena de la playa, algo típico en NZ). Nos pareció muy guay ver por fin autóctonos disfrutando de sus maraviollosas playas, aunque estuvieran borrachos como cubas, oye!

Conocimos a Pepe, un chico chileno que recorría Nueva Zelanda en bici, desde Auckland hasta Dunedin, después de haber pasado un año en el país gracias a la Working-Holiday Visa y sin trabajar ni un bendito día, el muy perráncano! Los chilenos, como buenos vecinos de los argentinos, no son de poco hablar, que digamos... Y claro, entendamos que el muchacho se pasaba el día en la bici él solito, así que se nos hizo de noche en la playa con tanta cháchara, y entonces sí, nos retiramos a nuestra furgo desconociendo si seguía okupada o no, a dormir todo lo que no habíamos dormido la noche anterior. 

5 comentarios :

  1. Uauuuuu, qué chuli. Cuántos amiguitos habéis hecho chicas. Mi crazy, timidilla ella, que no se quiere besar en público. Igual os hubieran aplaudido y todo, y no sé, lanzado unos dólares, que siempre vienen bien. Qué recatada, desde luego, a mí no te pareces.
    Canelillo es chiwi?

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  2. Hoy mi respuesta esta llena d dudas que no termino d aclarar.... Xk no huyó Eli en el momento k se descubre k es un ratón lo que se ha metido d ocupa en la furgo??? Sigo preguntado lo mismo, pero con más insistencia aún....xk no salió Eli x patas al ver k ya habian ¡¡¡¡¡2!!!!!! ratones????? Si tenìais la tienda montada, xk corristeis el riesgo de ser atacadas x Tico y Susi, stando simplemente armadas con 1 toalla???? Superará Cris el problema d besar en público??? Lograra Eli superar su fobia a las letrinas??? Averiguasteis si Pepe cayò d la bici??? K fue de Tico y Susi??? Cayeron en vuestras trampas mortales????? Jajajajajajajajajajaja
    Criiiiiiiiis..... cada vez t superas más, neniiii!!!!!! K manera d empezar el día, riendo y con lágrimas como puños!!!!!!!! Menudas vistas dsd el crucero, no?????? A seguir disfrutando, chicaaaaas!!!!!!!
    Gooooooood Morning Vietnaaaam!!!!! Besazoooooooooooossssssssssssss!!!!! ❤

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    1. Debo decir en su defensa que a Eli no le dan miedo los ratones, e incluso la mañana siguiente estuvimos hablando de que eran muy bonicos y graciosos tan chiquititos y con esos ojillos y bigotillos. Dicho esto, sólo añadiré que durante la cacería nocturna pude escuchar frases tan duras como: SAL DE AHÍ, QUE ME TIENES HASTA EL COÑ... PUTA RATA DE LOS COJONES!! (Ahí lo dejo...)

      En cuanto a los lavabos de agujero infinito, no. No superará su fobia, pongo la mano en el fuego.

      Besotes!!!
      Vamooooos!!! Que ya va quedando poquito que contar de Nueva Zelanda!!

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  3. Cris! 1 billón de puntos x tu post, tienes mi admiración! dicho esto, cuánto cobran x la actividad de "siéntate en esta silla y te pego una patada... Vomitas " pq Ei..poca broma, dejo mi trabajo, y a comprar sillas, Jajaja.
    Lo de la ducha en Te Anau....8 minutos duchándoos, es que claro tanto lujo! :)
    La historia del ratón, buenísima, ya sé q no pudisteis dormir..pero yo me he reído un rato.
    Un abrazo a las dos. Una pasada de fotos!!

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  4. Como sois....yo me hubiera abrazado a la comida y me hubiera dormido. Un ratoncico de campo no es una rata de ciudad...de hecho, en Tailandia se los comen, ahí lo dejo...supongo que habréis visto los puestos de ratas de campo...como si furan conejos a la brasa pero con un rabo de palmo.

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