viernes, 16 de enero de 2015

SALUD

Lo tenemos claro: no queremos que un problema de salud nos fastidie la aventura, así que haremos todo lo que esté en nuestra mano para intentar evitarlo.
Lo esencial a tener en cuenta en este aspecto son las posibles vacunas, la decisión de si contratar o no un seguro médico durante el viaje y tener un poco claro lo que debemos llevar con nosotros en nuestro botiquín.

Las vacunas

Sin duda alguna, lo ideal es acercarse al centro de salud internacional o medicina preventiva o llámese como se quiera, que se tenga más a mano. Asesorarse y decidir.
Es posible, y esto lo sabemos a posteriori, encontrar algún centro donde no te cobren la visita y sólo te cobren algunas vacunas concretas.

En este link se pueden consultar los centros a los que nos podemos dirigir en este sentido.


En nuestro caso fuimos al Servei de Medicina Preventiva de l'Hospital de Bellvitge, donde nos cobraron, por persona, 29 € por la visita (unos 10 minutos) y 9 € por la administración de todas las vacunas, sean las que sean.

Aunque no hay ninguna vacuna obligatoria para las zonas que pretendemos visitar, nos recomendaron y finalmente nos pincharon estas:

- Hepatitis A
- Encefalitis japonesa
- Rabia
- Fiebre tifoidea
- Gripe (de regalo; muy majos)

Además nos recetaron Malarone, que es la medicación que se usa como prevención para la malaria, ya que no hay vacuna, y que tiene pinta de que sienta como un tiro.

Acercarse al centro en cuestión con tiempo es importante, ya que algunas vacunas necesitan de segundas y terceras dosis antes de que nos vayamos de viaje, por lo que la vacunación puede alargarse por ejemplo hasta un mes, como fue nuestro caso.

Total: 38 € por cabeza
           Unos 9 pinchazos
           Una receta para poder comprar un fármaco endemoniado (Malarone)
           Un carné de vacunacion
           Algún consejo del tipo "beba usted agua embotellada" o "póngase mucho repelente de mosquitos".


El seguro de viaje

Desde nuestro punto de vista, ni siquiera es algo que haya que plantearse como opcional para un viaje tan largo. Pues aunque lo más probable es que no tengamos que hacer uso de él y nos parezca un gasto totalmente prescindible, la verdad es que si nos hace falta aunque sólo sea una vez, preferimos tenerlo.


El botiquín

Sin entrar en muchos detalles, que tampoco es la intención, es importante tener en cuenta que llevar un pequeño botiquín bien surtido nos puede facilitar mucho el día a día en caso de pequeñas dolencias cotidianas tales como mareos en los barcos o buses, malas digestiones o dolores varios.

Si echamos mano de unas cuantas pastillitas del tipo Ibuprofeno, Omeprazol, Biodramina, Paracetamol y Fortasec, ya contamos con bastante poder resolutivo para algunos casos de malestar ocasional.

Algún antihistamínico en pomada, gasas y yodo, mucho repelente de insectos y crema solar son cosas que no pueden faltarnos.

De los medicamentos que llevemos deberemos cargar también con el prospecto, donde el farmacéutico de turno vea el compuesto que nos hace falta cuando vayamos a reponer, pues en cada país los medicamentos tienen nombres comerciales distintos.

1 comentario :

  1. Seguro que os pusieron la de la rabia para prevenir un posible ataque de furia por los casi 40 eurazos que os clavaron!! Ojoooooo

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